
El Alfatercio habla con las olas de los ríos caudalosos. Le cuentan sus andanzas por las montañas, campos y valles. Le cuentan sus tropiezos con duras rocas y como ellas tienen que convertirse también en duros tempanos de hielo. Pero de nuevo fluyen... hacia donde quieran.
2 comentarios:
Es elocuente el lenguaje de los ríos.
Saben de historias, de tiempos y lugares; detenciones y flujos.
Por eso es grande la sabiduría del Alfatercio.
Un abrazo.
Los ríos son los que fluyen, los que traen historias de otros tiempos y de otros lugares. Cuánto sabe el Altercio!
Un beso
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